viernes, 7 de agosto de 2009

Días oscuros

Anoche soñé que te veía, hace mucho que no te miraba, en realidad mucho antes de tu muerte dejé de verte.
Pensé que éramos eternos, que nuestro amor sería eterno, nuestra conexión, me equivoqué. Nada es eterno. Tal vez me costó entender y aceptar que las personas cambian, evolucionan o involucionan pero indefectiblemente cambian.

Esos cambios duelen, movilizan, hacen tambalear nuestro mínimo universo personal, es una mezcla de egoísmo y costumbre. Sin darme cuenta o tal vez dándome cuenta demasiado, te empecé a ignorar, rechazaba la nueva persona en la que te habías convertido, preferí no ver, cerrar los ojos.

Toda la atención que te había prestado antes se convirtió en la más dura y cruel indiferencia. Sabía que te estaba lastimando pero no lo podía evitar. No se que hubiera pasado si alguien me hubiera advertido que esto te llevaría a la muerte, seguramente no lo hubiera creído, como tampoco creí cuando me avisaron de tu estado.

Fue muy raro verte de esa manera, ya no eras la que yo conocí, hace mucho no eras la que yo conocí, pero en esa cama dejaste de serlo por completo, te transformaste en un tormento, en culpa, en dolor, en decepción, te transformaste en el mas profundo de mis miedos, en el sonido mas horroroso, en el sabor mas amargo.

Empezaste a aparecer en mis sueños enojada, perdida, desorientada. Mis días pasaron a ser noches, en los cuales las pesadillas cobran vida, vos cobras vida en mi mente. No descanso y tengo miedo de volverme loco.
Aunque ya no sirva te pido perdón, y te pido por favor que vuelvas a transformar mis días en días, no me hagas lo mismo que yo te hice a vos, debe ser difícil estar entre acá y allá, lo se, pero vengarte no soluciona nada, por favor perdoname y dejame seguir con mi vida.

No hay comentarios: