jueves, 9 de julio de 2009

Pasiones

Es el asado de fin de año, pero nadie parece con ganas de formalidades como desearle un buen año a nadie, ni tampoco de sonreir y conversar trivialidades como si les importara. Organizado por el Ingeniero y con su esposa de anfitriona, vinieron todos, aunque el viernes ya había sido el brindis, que se había extendido hasta tarde, con varios grupos cruzándose de bar en bar. El sábado no se trabajó. Y ahora es domingo a la tarde y de los veintipico invitados, más de la mitad están deseando que termine ya. Un distraido saca un mazo de cartas. La digestión tiene a todos callados, pesados, hastiados, calculando el momento en que sería prudente irse No saben que en realidad, todo está a punto de empezar.

Es sábado a la tarde y Eduardo se levantó hace poco. Aprovechó que no trabajaba y descontó algunas de las horas de sueño que se debía a sí mismo. Ahora está con Andrea en la Costanera Sur.

- No, a mi me encanta verte siempre. Me llamó la atención lo imprevisto, nomás. Y que pensé que hoy ibas a estar con el Ingeniero, como... bueno, asunto de ustedes.

- No te hagas, Eduardo. Y la verdad es que sí, es asunto nuestro, y de última de la esposa también, pero vos sabías cómo era. Pero bueno, quería verte. Tenía media hora para escaparme. Y quería verte, no sé, fue como un presentimiento...

- ¿Qué decís? - Sonrió condescendiente, pero le miró la cara y se puso serio. - ¿Cómo, Andrea?

- Abrazame.

Volviendo a casa después del largo brindis. A todos les resultó una noche dificil. Andrea llega a su casa en taxi, se mete bajo la ducha y se pone a llorar a los gritos. Eduardo aprovecha el viaje en colectivo para tratar de entender la actitud de Andrea en el bar y también para imaginarse cuáles serán los "cambios estructurales" que mencionó el Ingeniero cuando estaban solos, y que quedaron en hablar el lunes. El Ingeniero llegará a su casa más tarde, y tomará todavía otro whisky antes de acostarse en la cama enorme, recordando los muslos de Andrea y satisfecho de su poder inapelable. Martinez de contaduría está revisando los archivos que por casualidad encontró en una computadora que iban a tirar. No quiere extorsionar a nadie, pero tampoco quiere seguir protegiendo a nadie gratis. No al Ingeniero. No después de lo que vió esa noche.


2 comentarios:

Alfajor De Frutas dijo...

Quizas sea yo, pero no llegué a entender lo de Martinez, quién era, no lo quería proteger por lo que pasó con Andrea? Y Andrea por qué llora? Por haber estado con Eduardo y el ingeniero? No entendí mucho^^. Quizas porque todavía hay vocabulario que no aprendí, pero me gusto lo de mostrar como interpretaba cada uno la situación, Eduardo en el colectivo, etc.

NCH dijo...

Ante todo yo tampoco entiendo demasiado, lo que me fue saliendo fueron un montón de sentimientos que daban vueltas pero no hay una historia lineal.

Martinez es uno que aparece para el remate, nomás, para ponerle un moño, el que viene a dar un desenlace. Andrea llora por algo que pasó esa noche, lo mismo que después la hace quebrarse con Eduardo, seguramente lo que vió Martinez. Yo lo imaginaba como algo que le dijo el Ingeniero a Andrea, pero preferí no ir a los detalles para que quede a medio contar como todo, y además tenían que ser tres microrrelatos.

A mí me gustó, podría darle alguna vuelta más.