viernes, 19 de junio de 2009

Ambicion

Ese día no fue uno más. Luego de haber pasado las primeras 4 horas de mi jornada laboral, el director de Recursos Humanos me llama para notificarme que había sido ascendido a “jefe de sección”.
Yo siempre fui una persona que se conformó con poco y nunca quiso más. Siempre supe llegar a fin de mes sin preocupaciones, no me daba grandes gustos porque no me hacían falta, mi casa tenía solo 2 ambientes y el espacio aun sobraba, el único auto que tuve toda mi vida me llevaba y me traía, y con eso me alcanzaba. En el trabajo así como en la vida siempre fui humilde, nunca quise diferenciarme del resto, no me creí jamás superior a nadie, incluso a los que estaban en puestos más abajo, los aconsejaba y ayudaba.
Pero este ascenso reciente venía acompañado. Mi sueldo se había triplicado, mi casa tenía 2 ambientes solo en el tercer piso, los teatros, el golf y los viajes se hicieron frecuentes, a fin de mes solo me preocupaba por elegir donde iba a construir mi casa de fin de semana o conseguir mi tercer auto, y en el trabajo pude conocer el sabor de despedir a alguien y solo rodearme de colegas en mi misma posición.
Lo único que me importaba en ese momento era mi avaricia, impulsada por mi codicia.
Esto me pasó, por fortuna, solo en un sueño. Ser feliz con poco y conseguir cada día un poco mas de libertad siempre fue mi única ambición

3 comentarios:

MARIELA dijo...

que susto, pense que era verdad. Me gusto mucho el final, como siempre sorprende.

NCH dijo...

No podés con tu genio! Siempre el final es una vuelta más de rosca.

valeria dijo...

sí, además, se vuelve un relato de terror.... hasta que resuelve con que era un sueño! Era una pesadilla.