lunes, 8 de junio de 2009
Las anecdotas de Agustín
Tomi aprendió varias cosas pero nunca aprendió a pasear sin correa. Un día, Agustín decidió enseñarselo. Cada vez que lo llamaba volvían a su casa, Tomi se dió cuenta de eso y no volvio más. A partir de ese día, cada vez que en las clases de deporte se rendía resistencia, a Agustín le iba bien, porque corría atras de Tomi cada vez que se escapaba. Pero un día, Agustín perdió al perro de su vista. lo buscó, corrió un maraton, pero nada. No llamó a sus padres, él perdió una goma y no quería ver la reacción de ellos al escuchar que perdió a Tomi. Agustín decide irse a casa. Cuando llegá, lo vé a Tomi y a sus padres preocupados. Un mozo de un restaurante lo había encontrado. Si Agustín hubiese llamado a sus padres, todo hubiese sido distinto, pero no hubiese llegado nunca a las 150 palabras.
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3 comentarios:
Además de ser gracioso, hace explícito el mecanismo de escritura (pero no hubiese llegado a las 150 palabras)
El sábado lo vemos. Si lo querés mandar al concurso, creo que tiene muchísimas chances, pero habría que retocarle algunos tiempos verbales.
A MI ME ENCANTO, ME HIZO SONREIR.
¿goma?
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